SESIÓN 2

He aquí mi reflexión en cuanto a:

•       ¿cómo se modificaron mis conceptos de enseñar historia y de la metodología situación-problema?

•        ¿creo poder llevar a cabo esta modificación?

•       descripción de mí mismo con el posible impacto en la práctica

Sin lugar a dudas que cuando se trata de historia desde el punto de vista  como enseñante, nos hace recordar la forma en que nosotros aprendimos de esta asignatura y en cierto modo nos crea un conflicto entre lo que enseñamos y cómo lo hacemos. Muchas veces el temor a innovar, a arriesgarnos a probar nuevas metodologías, y la incertidumbre de creer que no estamos logrando que nuestros alumnos sientan el deseo de aprender historia, nos induce a regresar a la práctica rutinaria. Siento que me identifico con la metodología situación problema en el sentido de que es una estrategia novedosa el causar un primer impacto en los escolares, el plantearles algo que los lleve a descubrir y a revivir de manera constructiva un proceso histórico, pero sobre todo el despertar sus intereses, sus dudas e inquietudes.

Creo que debemos arriesgarnos a proponer algo novedoso, reflexivo y constructivo; sólo hay que llevarlo un paso a la vez, observar y constatar los cambios en la actitud de nuestros alumnos; pero sobre todo empezar con nosotros mismos, a creer en lo que hacemos, a dejar a un lado lo memorístico, lo rutinario. Presentar algo cotidiano, algo ya plasmado en la historia de la humanidad desde una perspectiva hipotética, como un reto a la comprensión histórica, provocará sin lugar a dudas a comentarios e intercambios de ideas, estimulará la investigación y al redescubrimiento de la historia humana. Imagino verme involucrado con esta metodología en donde mi papel como enseñante deja de ser sólo el que sabe y conoce más, el que dicta preguntas y elabora cuestionarios, al que propone situaciones diversas y crea ambientes estimulantes para entender nuestro mundo actual como producto de nuestra historia.